MARY Y LAS DOS BICICLETAS LILAS

EXPLORANDO LA CIUDAD EN BICICLETA

OTRA DERIVA

Mary Beat encuentra una amiga con la que conocer la ciudad. Con dos bicicletas lilas se lanzan a la deriva de Valencia. La reacción de la gente es lo más curioso de este paseo. El hecho, transitar un sábado por la tarde atravesando el centro con dos bicicletas iguales.





Mary y su amiga con dos bicicletas similares, confunden a la gente y llaman su atención.



En primer lugar toman un tren,un tren de cercanías cualquiera,donde los demás usuarios se sorprendían al ver a estas dos chicas. Se crea confusión al no saber si esta situación curiosa tiene algún tipo de finalidad o es fruto de la mera casualidad. La gente nos observa e incluso nos pregunta, nos miran a una y otra; para darse cuenta de si somos la misma persona que cambia de lugar, somos iguales o estamos realizando algún tipo de publicidad.


Llamar la atención de esta manera sobre los demás, parece simplemente divertido o burlesco, pero es importante darse cuenta de la posibilidad de reclamo que este paseo tan llamativo visualmente produce.

Se convierte en una manera de hacer recapacitar,de llamar la atención, para hacer a cada uno olvidarse de su recorrido diario por un momento y ser concientes de donde están. De hacer pararse a los individuos que tranquilamente pasean haciendo sus compras, sonreir y pensar si les apetece seguir comprando o simplemente pasearse por la cuidad para disfrutarla de una manera distinta.

El paseo en bicicleta parece más fluido y dinámico que los demás. La velocidad y la agilidad de reacción hacen estar más pendiente de tu propia seguridad que de lo que te rodea. la ciudad se presenta de manera más instantánea, y el foco de atencíon se centra en uno mismo y en el recorrido por la calzada, dejando a un lado los aspectos llamativos de la calles por las que se transita.

La perspectiva que se toma desde la ciudad montada en bici varía de la que se recibe andando o en autobús. Desde este punto de vista se ve todo desde un lugar aparte, donde no te sientes como una persona igual que las demás que pasean sino como un objeto, que tiene que evitar a las personas y hacerse fluir lo más fácilmente posible.